Es un trastorno que afecta a los perros que no saben lidiar con la ausencia de sus dueños.
Cuando el animal se queda solo en casa empieza a llorar o a ladrar.
Algunos rompen muebles, otros orinan en la alfombra.
Este trastorno suele afectar más a los cachorros en sus primeros meses de vida, especialmente a aquellos de carácter inseguro.
Es más común en determinadas razas como: Labrador, border collie o pastor alemán.
Pero la pandemia ha disparado la aparición de episodios de APS en perros de todas las razas y edades.
Algunos perros en sus primeros meses de vida los pasó durante la pandemia, en una casa en la siempre había alguien.
En España hay 2,3 millones de perros en este caso de "perro pandémico".
El confinamiento disparó la población canina en un 38% según la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compañía.
Hay una jauría de dimensiones bíblicas que ha crecido en hogares siempre llenos de gente, normalizando lo que era excepcional.
Solo se salía a la calle para pasear al perro o para hacer una compra una vez por semana.
Muchos perros fueron felices entonces.
Según un estudio de Applied Animal Behavior Science, el 65% de los encuestados indicaron que sus perros redujeron la tensión durante la pandemia, que estaban contentos y jugaban más.
Pero la situación cambió, también para todos estos perros.
Conforme sus dueñas o dueños empezaron a recuperar la normalidad, los perros se fueron quedando solo más y más tiempo.
En un primer momento, lo aceptaron con resignación, pero cuando las dueñas o dueños volvieron a un trabajo semipresencial, explotaron.
Empezaron a llorar cada vez que se quedaban solos.
Las dueñas y los dueños intentaron solucionarlo con un bozal, dejándolos en casas de familiares o amigos, con premios y golosinas, etc.
No se podía hacer la compra tranquilos, y han tenido que acudir muchos de ellos a entrenadoras y entrenadores de perros.
El teletrabajo ha sido un arma de doble filo. En nuestra sociedad muchos perros pasan demasiadas horas solos en casa.
Esta es una especie social que tiende a vivir en grupos, pasar tantas horas solo no cumple sus patrones de conducta naturales.
Pero el confinamiento y el teletrabajo hicieron que algunas personas: estuvieran muchas horas acompañados y cuando las dueñas o dueños han reiniciado sus actividades, las familias han empezado a tener problemas.
Hay empresas que permiten la combinación de teletrabajo, con jornadas en la oficina, o que permiten la entrada a perros en la oficina.
Esto retienen a los trabajadores y les da mayor calidad de vida.
Los perros son parte de la familia y la conciliación también les afecta a ellos.
Los perros en las oficinas están más tranquilos, así son más felices estando con sus dueñas o dueños en las oficinas.
También pueden pasar el día en guarderías caninas.
Algunas empresas tecnológicas como Amazon, Google, Squarespace y Etsy, normalizaron la presencia de perros en las oficinas incluso antes de la pandemia.
Otras han empezado a hacerlo en los últimos meses como forma de retener a sus trabajadores.
Pero siguen siendo pocas.
Enric Rodríguez, etólogo y autor del libro Adiestra en positivo, afirma: "Debería ser más habitual. Los perros, como animales de compañía y en algunos casos incluso de asistencia, hacen una gran labor en nuestra sociedad. Ya va siendo hora de que la vayamos adaptando a la vida con ellos".
Las guarderías caninas, es una opción, cada vez más extendida, es dejar a los perros en guarderías caninas o contratar a un paseador para que entretenga al perro en ausencia de sus dueños.
Otros dueños han comprado cámaras digitales que graban al perro en su ausencia y transmite en directo la imagen a su móvil.
Esta solución es muy común.
Según un estudio de PreciseSecurity, las ventas de este tipo de dispositivos se han disparado.
Llevan años creciendo a un ritmo del 18,4% y se prevé que para 2023 se lleguen a unas ventas anuales que superen los 300 millones de unidades.
Paseadores de perros, cámaras, guarderías, ayuda familiar, etc., estas opciones son las más usadas para atajar una APS, pero todas ellas pueden fallar para algunos casos de perros.
Y esperan que el adiestramiento y el entrenamiento pueda atajar el problema.
Cientos de personas se encuentran en esta misma situación.
El 26% de los hogares españoles cuentan con un perro, uno de los porcentajes más altos de Europa.
La pandemia acercó más que nunca a todos estos dueños, pero la rutina los ha vuelto a separar.
Ahora los trabajadores reclaman medidas de Conciliación.
Cuéntanos tu caso para poder aconsejar a otros dueños que están en tu misma situación.
Toda ayuda es poca, ante un problema tan común.
En Glu Glu Pet contamos con todo tipo de premios y juguetes para vencer la ansiedad mientras el dueño está fuera.