El pez cabeza de león es una de las variedades más populares del goldfish, y a día de hoy se puede encontrar en una gran cantidad de acuarios, ya sean domésticos o no.
El particular nombre de este pez se explica por la constitución de su cuerpo.
Cuando veas a un pez de color, generalmente, naranja, de entre 15 y 18 centímetros de largo, de cuerpo redondeado y con una cabeza de dimensiones considerables en comparación con su cuerpo, estarás ante un miembro de esta especie.
Estos vertebrados tienen dificultades para nadar debido al exceso de peso que tienen que soportar en la parte delantera de su cuerpo.
Los peces cabeza de león se han convertido en una especie bastante apreciada debido a su llamativa forma y color.
Se caracteriza principalmente por su cuerpo corto y abultado, su cabeza tiene la forma de una gran frambuesa y no cuenta con aleta dorsal.
No es muy bueno para nadar por lo que es recomendado mantenerlo con otras especies similares, que no sean muy veloces así no les quitarán el alimento.
El pez cabeza de león es una especie llamativa con coloración naranja, su cabeza tiene la forma de una frambuesa y es más grande que su cuerpo por lo que necesita convivir con peces de su misma o similar especie.
CUIDADOS QUE NECESITA UN PEZ CABEZA DE LEÓN:
Como cualquier otra raza marina, los peces cabeza de león necesitan una serie de cuidados determinados.
El primero que hay que tener en cuenta es el tamaño de su pecera.
Es importante que a la hora de tener una mascota respetemos, en la medida de lo posible, su hábitat.
Los peces cabeza de león necesitan una pecera relativamente grande para garantizar así la oxigenación del agua y evitar sus problemas respiratorios.
Lo conveniente es que, como mínimo, tu acuario pueda albergar 180 litros de agua, es decir, tienes que tener una pecera de 100 centímetros x 40 centímetros x 45 centímetros.
En ella podrán vivir al menos dos ejemplares de cabezas de león pues es importante que no se tenga a ningún cabeza de león solo.
Están habituados a vivir en sociedad.
En cuanto a la temperatura del agua, esta tiene que oscilar entre los 15º y los 22º y hay que cambiarla una vez a la semana.
Cuando lo hagas, aprovecha para limpiar el acuario y las plantas que hay en su interior.
A comparación de otras especies, este pez necesita de mayores atenciones y cuidados debido al excesivo tamaño de su cabeza el cual puede afectar a su respiración y movilidad.
Lo ideal en este caso es mantenerlo en un acuario con agua aireada y, en caso de tener un filtro, éste debe generar corrientes bajas para no causar intoxicación en el pez.
El pez cabeza de león puede medir entre 15 y 18 centímetros y su comportamiento es muy tranquilo cuando convive con otros peces.
Para que pueda nadar con seguridad y confianza lo ideal es que el acuario contenga al menos 150 l. por pareja, pero no se deben tener más de cinco ejemplares en la misma zona ya que cuando hay demasiados puede surgir choques entre ellos mismos.
Aunque no necesitan cuidados muy particulares como otras especies, esto no significa que haya que descuidarlos.
Lo más importante es verificar que consuman alimentos especiales para una mejor calidad de vida y que la temperatura del agua no sea inferior a los 7º.
Además es importante sembrar plantas altas y naturales para que naden a su gusto.
Se recomienda no colocar objetos grandes ni puntiagudos dentro del acuario para evitar que el pez choque contra ellos al momento de nadar.
La iluminación debe ser la normal, cuando se apague el sol la luz se tendrá que apagar para aparentar la oscuridad de la noche.
El agua se debe cambiar cada cierto tiempo para evitar la acumulación de moho o bacterias que pueden representar enfermedades.
Con estos cuidados básicos no tendrás de que preocuparte.
La vida de un pez cabeza de león supone un auténtico equilibrio para vivir saludablemente durante muchos años.
Para que no se vean afectados por diferentes tipos de enfermedades a temprana edad, hay que hacer que su desarrollo sea lo más similar al que sería en la naturaleza.
Para ello, se necesita de un acuario con plantas vegetales, una temperatura adecuada y un ph correcto.
Esta especie necesita de una serie de atenciones especiales pues el tamaño de su cabeza afecta a su respiración.
Debes evitar que existan oscilaciones de temperatura dentro del acuario aunque, si bien es cierto, es positivo que a medida que transcurren los días, la temperatura del agua aumente de manera natural y paulatina.
Para evitar cambios bruscos, lo más conveniente es optar por un termocalentador.
Para que los peces cabeza de león se sientan seguros al momento de nadar por todo el acuario necesitan estar rodeados de plantas altas y finas.
Así que esta puede ser tu oportunidad para crear un fondo marino o un ecosistema pequeño dentro de casa, pero es necesario tener algunos aspectos presentes antes de poner manos a la obra.
Aunque sea difícil de creer el tamaño de la pecera es el inicio de tu correcta elección para criar esta especie.
Es necesario contar con un termocalentador completamente sumergido en la pecera.
De esta forma no solo harás que el recipiente no se dañe sino que podrás evitar cualquier incidente con los peces de este género, sabiendo que son malos para nadar por su gran cabeza y su pequeño cuerpo.
El pez cabeza de león se adapta perfectamente a cualquier ambiente.
Por el tamaño de su cabeza requiere de una decoración especial para que pueda nadar con plena seguridad.
Lo mejor es colocar plantas altas y naturales dentro del acuario.
No es conveniente colocar piedras grandes o puntiagudas pues lo único que harán es obstaculizar su nado lo que les provocará estrés.
Este síntoma en los peces puede dañar su sistema inmunológico haciendo que sus defensas se vean debilitadas.
NUTRICIÓN DEL PEZ CABEZA DE LEÓN:
Destacar que esta variedad de goldfish es omnívora lo que significa que puede adaptarse a cualquier tipo de alimento.
Podrás darle comida congelada o alimentos vivos.
También verduras y hortalizas así como comida en Glu Glu Pet.
Para garantizar un estado de salud fuerte, se recomienda que este pez siga una dieta equilibrada rica en proteínas, vitaminas y minerales.
El pez cabeza de león proviene de la familia de los omnívoros por lo que reciben todo tipo de suministro en su pequeño organismo.
Se pueden alimentar dándoles comidas congeladas o alimentos vivos, además digieren perfectamente la comida en escamas por lo que se les puede dar de vez en cuando pequeñas porciones de guisante o verdura.
Todos ellos ayudarán a garantizarle una mejor calidad de vida.
Las verduras son esenciales para fortalecer el sistema inmunológico de esta especie, incluso pueden ayudar a evitar posibles enfermedades.
Los peces cabeza de león son recomendados a aquellos usuarios que apenas se están adentrando en el mundo de la acuariofilia ya que resultan ser muy resistentes y de menor cuidado.
Por ser una especie omnívora se pueden alimentar con una variedad de comidas que aseguran una vida larga y saludable, así como un crecimiento más desarrollado.
Es necesario tener una dieta lo más equilibrada posible que contenga vitaminas, proteínas y mineras.
De esta forma se logrará que el pez no se aburra de ingerir siempre lo mismo.
En comparación con otras especies, el pez cabeza de león necesita llevar una alimentación rica y variada así que puedes darle verduras, cereales, carne, frutas, espinacas, coliflor, larva de mosquito, moscas de fruta, camarón, cangrejo, lechuga, pepino o tubifex, entre otros muchos alimentos de primera calidad.
El chícharo es uno de los alimentos favoritos del pez cabeza de. león.
A éste se le debe quitar la cáscara antes de ingerirlo y partir en cuatro porciones iguales.
La idea es alimentar al cabeza de león tres veces o cuatro veces al día dándoselos en pequeñas porciones para que su organismo lo pueda digerir correctamente .
Si tienes otros peces dentro del acuario conviviendo con esta especie, lo mejor es tirarle la comida lo más cerca que se pueda para que los demás no le ganen ventaja y se la quiten.
Antes de darle otra porción al día asegúrate de que se haya terminado lo anterior para que no se acumulen los residuos dentro del agua y estos se expandan por todas partes.
COMPORTAMIENTO Y COMPATIBILIDAD:
Hay que tener presente que el pez cabeza de león suele ser lento debido al excesivo peso de su cabeza.
Aunque es un pez amigable y capaz de convivir con otras especies, estas no tienen que pertenecer a familias de grandes nadadores pues, de lo contrario, podrían quitarle el alimento al cabeza de león y debilitar su salud.
Lo más conveniente es hacer que unos cabezas de león convivan con otros, pero habrá que tener en cuenta el sexo de los peces.
Si, en caso de reproducción, pudieses cuidar de las crías, no es necesario que tengas en cuenta el sexo de tus mascotas pero, de no ser así, intenta que sean o todos machos o todos hembras.
Los peces cabeza de león tienen la peculiaridad de ser nadadores lentos debido a su enorme cabeza y su pequeño cuerpo redondo.
No cuenta con aleta dorsal y resultan llamativos por su color naranja intenso, además tienen un comportamiento muy tranquilo y se adaptan perfectamente con otras especies.
Es aconsejable que los demás peces no sean muy rápidos para que no les quiten la comida.
Cuando se siente estresado, el pez cabeza de león se mantiene la mayor parte del tiempo escondido en su hábitat lo cual puede afectar a su sistema inmunológico y esto puede llegar a bajar sus defensas.
Además de tener un comportamiento tranquilo, siempre se mantienen activos pero, debido al tamaño de su cabeza, nadan lento y ligeramente inclinados hacia adelante.
La ausencia de aleta dorsal también ayuda a incrementar esta inclinación.
Los peces cabeza de león agradecen la compañía de otras especies pues al estar en sociedad, se sienten más arropados, como en casa.
Dentro de este género existen tres variedades diferentes.
Entre ellas encontramos el Ranchu Japónes, el Ranchu Chino y el Ranchu Americano.
El primero de ellos se caracteriza por tener una aleta caudal, la cual es más enunciada en la variedad nipona.
La segunda tiene la cabeza más abultada y su cuerpo es redondo y compacto, mientras que el último tiene una curvatura en la espalda más honda y tiene un cuerpo más angosto.
REPRODUCCIÓN DEL PEZ CABEZA DE LEÓN:
Para la reproducción de huevos es importante contar con un acuario amplio para que las hembras puedan hacer su puesta sobre las hojas altas y finas.
Después se pueden pasar a otra pecera para evitar que puedan ser comidos por peces de su misma especie
Esta especie es una de las más antiguas y se parecen a sus antecesores por su forma de huevo.
Su primera aparición se dio en China para recordar la imagen del legendario perro-león. Sin embargo, a través del tiempo se introdujo a Japón quienes crearon la cabeza más redondeada y con añadas modificadas para que fuera más llamativo ante los demás peces.
Cuando nacen los pececitos de esta especie no se les nota mucho el aspecto de su cabeza, pero a medida que pasa el tiempo su cabeza se hace notar aunque generalmente todo depende del cuidado que se les dé al momento de su nacimiento.
Los peces cabeza de león resultan ser bastante activos pero por su forma inclinada hacia adelante son malos nadadores.
Cuando entran en celo, los machos comienzan a perseguir y golpear a las hembras a fin de hacer que estas se desoven.
Este proceso dura un par de días y puede causarles a las hembras estrés, incluso la muerte.
Estas últimas, para intentar huir de este acoso constante, necesitan esconderse y descansar de la presión, por eso es importante que el acuario sea grande y que tenga plantas.
Si tienes una pecera grande y quieres que tus peces se reproduzcan, lo primero que tienes que hacer es asegurarte de que los adultos estén alimentados como es debido.
Además, los cabezas de león no se reproducen durante todo el año sino en determinadas estaciones. Para asegurarte de que sienten las estaciones del año y saben en la que están, no mantengas siempre la misma temperatura del agua.
Tenlos durante siete semanas a unos 10º y ve aumentando paulatinamente la temperatura del agua hasta llegar a los 23º.
En ese momento, los peces creerán que están en verano. No aumentes más de dos grados al día pues podrían estresarse.
Si cumples todo lo anterior, conseguirás que tus peces se reproduzcan.
Una hembra puede llegar a soltar hasta 10.000 huevos pero, como es evidente, no nacerán todos ellos.
Para asegurarte de que nazcan, tienes dos opciones; o bien dejas a los huevos en la pecera y sacas a los padres, o bien dejas a los padres y sacas a los alevines.
Una vez hayan nacido los pequeños, tendrás que comprar un acuario mucho más grande pues va a albergar a muchos más peces.
Con las crías tienes que tener los mismos cuidados que con los padres.
Si tienes en cuenta todo lo anterior, tus goldfish podrán llegar a vivir hasta diez años.
La mayor parte de coloraciones se encuentran fácilmente en el pez cabeza de león, incluso hoy en día existe una especie de interpretación de los oranda red cup.
Lamentablemente, es muy difícil de encontrar este género ya que en China era visto como el color de la muerte, por esta razón se decidió retirar de los procesos de cría.
Por sus particulares características, las crías no deben mezclarse con otros peces que no sean de su misma especie, ni tampoco es aconsejable mantenerlos en estanques ya que son nadadores lentos.
La respiración puede verse afectada por el tamaño de su cabeza por lo que se recomienda mantenerlos en un acuario perfectamente oxigenado. Además se requiere de un espacio amplio por el gran tamaño que pueden alcanzar unos meses después de nacer.
Una de las ventajas de criar esta clase de pez es que no suelen causar muchas molestias a pesar de su actividad, solo basta con sembrar dentro del acuario plantas naturales para que ellos naden todo lo que quieran sin tropezarse con nada.
Recuerda que para que ellos se sientan cómodos necesitan de un lugar amplio en caso de querer reproducirse.
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